Los peores ataques con armas químicas de los últimos años
- LA NACION
- 6 abr 2017
- 2 Min. de lectura

El gas sarín es un compuesto organofósforo y un agente nervioso que figura entre los más utilizados para los ataques químicos a la población civil en el último cuarto de siglo. ¿Por qué lo eligen? El sarín es casi imposible de detectar: es un líquido claro, incoloro y sin sabor ni olor. Los 58 muertos en Siria de las últimas horas se suman a una lista trágica que tuvo su máxima expresión en el 2013, también en el mismo país pero en la zona de Ghouta donde las víctimas superaron las 1300. El primero de los tres ataques más recordados con sarín del último cuarto de siglo se remonta a 1995, en Tokio. El 20 de marzo el "gurú" japonés, Shoko Asahara, ordena arrojar el letal gas -500 veces más tóxico que el cianuro- en la superpoblada red de subterráneos de la ciudad nipona en hora pico. El ataque, que dejó 12 muertos, fue llevado a cabo por integrantes de la secta Aum Shinrikyo -el nombre remite a algo así como "la verdad suprema"-, un misterioso y oscuro grupo con raíces budistas e hinduistas, que profetizaba el advenimiento de la Tercera Guerra Mundial para el año 1997, lo que daría inicio al fin del mundo. Luego vino el ataque que dejó la mayor cantidad de víctimas en medio de la guerra civil de Siria. El 21 de agosto de 2013 en la periferia de Damasco, específicamente en Ghouta, donde más de 1300 civiles murieron a causa del letal gas que, además dejó unos 3000 mil heridos. Esta semana, Siria fue noticia otra vez por las imágenes de otro brutal ataque con sarín que dejó al menos 58 muertos, entre ellos, 11 niños. Los videos con civiles afectados por convulsiones, desmayos, espasmos y espuma en la boca se difundieron por todo el mundo. La guerra siria volvió a dar un golpe bajo, con un bombardeo con armas químicas sobre una localidad rebelde del norte del país, lanzado presuntamente por aviones del ejército, que dejó además 400 heridos.
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